Vitamina D, nutriente fundamental durante las épocas de encierro

Categories: ESTILO DE VIDAPublished On: marzo 15th, 2024

La vitamina D es una vitamina muy especial. Fue identificada a comienzos del siglo veinte. Aparte de su papel fundamental en la protección y el fortalecimiento de los huesos, posee un aspecto único como nutriente y es que puede sintetizarse en el cuerpo humano a través de la luz solar, un hecho que facilita su absorción en los climas cálidos y soleados y suele hacer evidente su carencia hace frío y no sale el sol; pero esa ubicuidad y, en apariencia, sencilla forma de aporte, también complica el hecho de establecer unas cantidades diarias mínimas recomendadas.

Ahora mismo, la Humanidad atraviesa el Ecuador de una Pandemia: el Coronavirus, millones de hombres y mujeres han estado encerrados a lo largo de semanas e incluso meses, permaneciendo a veces en recintos oscuros y mal ventilados. Si, además, eres vegano, aumentas la dificultad de conseguir vitamina D a través de los alimentos porque la mayor parte de las fuentes naturales proceden del reino animal. Cuando vas cumpliendo años, tus riñones experimentan dificultades para convertir la vitamina D en su forma activa, y muchas veces, tu sistema digestivo no la puede absorber adecuadamente, sobre todo si eres celíaco, padeces la Enfermedad de Chrom o tus vísceras no funcionan correctamente. Es el momento de ponernos en acción para buscar reservas de ese precioso nutriente.

LAS DOS CLASES DE VITAMINA D

La vitamina D (también llamada calciferol) pertenece al grupo de las liposolubles, o sea, de las que se acumulan en las células, y, por tanto, deben consumirse con precaución. Está compuesta por dos formas, Vitamina D2 y Vitamina D3. La primera (ergocalciferol) suele crearse en el tejido humano y, a veces, se añade a los alimentos.

La Vitamina D3 (colecalciferol) se sintetiza en la piel y también se incorpora a la dieta mediante el consumo de alimentos animales. Estas dos vitaminas pueden fabricarse, y parece ser que sus propiedades curativas para las correspondientes deficiencias son las mismas. Ambas son biológicamente inactivas hasta que pasan dos reacciones enzimáticas por hidroxilación, la primera en el hígado y la segunda en los riñones.

LA VITAMINA D Y SUS MARAVILLOSAS PROPIEDADES CURATIVAS Y REJUVENECEDORAS

Exponernos durante unos minutos diarios al sol (bastan de 10 a 15 minutos; más añade peligro) es suficiente para recuperar e incluso incrementar nuestros depósitos de este fundamental nutriente que pone en forma nuestro sistema óseo, evitando problemas de raquitismo, osteoporosis u osteomalacia (reblandecimiento de los huesos con propensión a las fracturas). Un grupo de personas que suele sufrir de esa carencia es el de los celíacos (intolerantes al gluten), y cuyos achaques se reducen evitando el consumo de gluten y potenciando el de alimentos con elevada proporción de vitamina D, recurriendo incluso (si se necesita) a la suplementación.

No olvidemos que la carencia de Vitamina D puede provocar que el sistema inmunológico (protector fundamental contra virus y bacterias y toda clase de enfermedades) se debilite, ocasionando enfermedades autoinmunes de difícil y prolongada curación. Estudios recientes demuestran también que la vitamina D modula la respuesta inflamatoria y colabora en el mantenimiento de la barrera contra cualquier dolencia. De ahí que resulte de gran interés mejorar el estado nutricional de esta vitamina en diversos grupos de pacientes.

Asimismo, la vitamina D va a tener un importante protagonismo en los tratamientos de fertilidad de la “Nueva Normalidad”, al estar íntimamente relacionada con las funciones del aparato reproductor femenino. Su carencia produce falta de fertilidad, fallos en la reproducción asistida e incluso abortos espontáneos, por no hablar de la contribución a diversos problemas del aparato reproductor femenino.

Se cree que al menos la mitad de las mujeres en edad reproductiva padecen una carencia apreciable de vitamina D.

LA DEFICIENCIA DE VITAMINA D, UN PROBLEMA QUE PUEDE SER GRAVE Y HASTA AHORA SE HA TRATADO POCO

La vitamina D se consigue de tres maneras: exponiendo la piel al sol (debe hacerse durante pocos minutos. El exceso acelera el envejecimiento cosmético e induce el cáncer de piel), a través de la dieta o utilizando suplementos. Ya hemos hablado de los problemas principales causados por su carencia; pero también diremos que los investigadores la estudian ahora por su posible vínculo con la hipertensión, el cáncer, la diabetes y diversas enfermedades autoinmunes. Es necesario incidir todavía más en esos temas, habida cuenta de la importancia que poseen para todos.

Dentro de la alimentación, existen una serie de nutrientes que contienen vitamina D; entre ellos destacan los pescados grasos como el atún, el salmón y la caballa; los diferentes quesos; la yema de huevo, y diversas clases de hongos y setas.

Hay que tener en cuenta que esta vitamina se acumula, y puede producir toxicidad cuando abusamos de los suplementos. Los signos incluyen falta de apetito, fatiga, pérdida de peso, náuseas y vómitos. El exceso de vitamina D también puede producir desorientación y problemas importantes del ritmo cardíaco.

LAS NECESIDADES DIARIAS DE VITAMINA D

Las medimos en Unidades Internacionales ((UI). Sus intervalos no son demasiado amplios. Digamos que los niños (a partir de 1 año), los adolescentes y los adultos precisan alrededor de 600 UI diarias, lo mismo que las mujeres embarazadas. Pero los ancianos, al sintetizarla peor, necesitan unas 800 UI diarias. Las personas con alto riesgo de deficiencia de vitamina D (celíacos, Enfermedad de Chrom, obesos, etc) pueden necesitar algo más. Si tienen dudas al respecto deben consultar al médico, sin actuar jamás por cuenta y riesgo propio habida cuenta del peligro del exceso de vitamina D.