Con más de 10.000 especies a nuestra disposición, las algas pueden ser la respuesta que nos permita solucionar los problemas de nuestro sistema alimentario. Empresas como Seamore están revolucionando la cesta de la compra, con sus productos hechos a base de algas y… ¡no van a parar!

Si eres un practicante serio del Fitness, en tu visita al supermercado habrás visto cada vez más productos hechos con algas deshidratadas para usar en tus ensaladas y recetas. Es una tendencia en crecimiento pero eso es solo la punta del iceberg para los nuevos productos que se acercan: bacon, pasta, tortillas, hamburguesas, pan… ¡todos ellos hechos con algas!

Bajas en grasa (un 3% más o menos), en carbohidratos (menos del 4%)y altas en fibra (más del 35%) y en proteína (un 20% más o menos); las posibilidades que ofrecen las algas son interminables y sostenibles: si cultivásemos algas en una zona que ocupase la mitad de España, (un 0,5% de los océanos del planeta), produciríamos suficiente proteína para toda la población mundial.

Ricas en Iodo, un mineral fundamental para el funcionamiento de nuestro sistema nervioso, del metabolismo energético y dela producción correcta de hormonas tiroideas; las algas son un alimento nuevo que hay que tener en cuenta, lo antes posible.

Le preguntamos a nuestra experta en nutrición y gastronomía de Muscle & Health, Natalia Nazarenko; acerca de las algas y descubrimos a una fan de este producto: “Las algas son fabulosas; se pueden utilizar para ensaladas, sopas, potajes, arroces, croquetas, tortillas… Generalmente se venden deshidratadas y hay que hervirlas durante unos 15 a 20 minutos, o bien dejarlas en remojo en agua con sal durante unos 10 minuto, para que recuperen todas sus propiedades. A mí me encanta utilizarlas en las ensaladas y en platos de sopa de pescado pero hay que tener en cuanta que, cuando se hidratan, aumentan considerablemente su volumen.”

La compañía Seamore se fundó, en 2015, en torno a la idea de un producto: un alga que tenía el mismo aspecto que un fideo verde y que se comercializaba como “I Sea Pasta”. Tras reemplazar los carbohidratos por plantas, la empresa descubrió otro tipo de alga que se asemeja mucho al bacón, al freírla: I Sea Bacon; un producto  que proporciona ese sabor, sin las grasas saturadas – la pesadilla medioambiental- y sin tener que matar a ningún cerdo.

Impulsados por el éxito de ambos productos y por un crecimiento realizado a través del crowdfunding, la compañía acaba de anunciar el lanzamiento de tortillas para wraps y de pan hechos con un 50% de algas, mientras diseña nuevos productos como tortitas de arroz, hummus y otros productos de consumo diario para demostrar lo fácil que puede resultar integrar las algas en nuestra alimentación diaria. Varios de sus productos ya han ganado varios premios por su sostenibilidad, su sabor y lo novedosos que resultan.

Hacen falta algo más que productos innovadores para cambiar el presente y el futuro de la comida. Es difícil que los nuevos alimentos se hagan un hueco en el mercado, ya que el modelo tradicional presenta muchos obstáculos: los distribuidores, mayoristas y vendedores están preparados para trabajar con enormes cantidades de productos que los consumidores ya conocen, pero no con productos nuevos que primero tienen que descubrir cuál es su público. Si a esto añadimos la complejidad del marco legal y el hecho de que los hábitos alimenticios son muy difíciles de cambiar, es evidente por qué el panorama alimentario cambia tan despacio.

Para Willem Sodderland, ”tenemos que reconstruir la cadena de valor alimentaria de manera que los consumidores tengan acceso a los nuevos alimentos eficazmente, empezando por su distribución”. La actual venta de productos por internet, permite introducir los productos nuevos fácilmente y acorta la distancia entre el consumidor y el fabricante. Que el gigante Amazon haya adquirido Wholefoods es un buen ejemplo de lo que ocurrirá en el futuro.

Hasta hace poco, no había mucha información sobre cómo tratar las algas y con qué ingredientes combinarlas. Para poder reemplazar el trigo por estas plantas marinas, en “I Sea Wrap”, Seamore tuvo que inventar un tipo de masa completamente nuevo. Tardaron 6 meses en crear una receta que contiene un 50% de algas, con un 19% más de proteína y un 25% más de fibra.

Tras estos avances, la empresa aspira a aplicar las algas a otros productos para dar como resultado menos grasas, menos gluten, más proteínas e incluso texturas parecidas a las de la carne. Como ejemplo, la fórmula creada para las tortillas les inspiró para otro producto: un pan hecho a base de algas que se comercializará en una cadena de panaderías en Ámsterdam, en breve.